Nuestra principal preocupación durante las fiestas son los kilos de más, pero más allá de eso hay otros factores a los que deberíamos prestar más atención y que no los solemos tener en cuenta. La salud dental se ve muy afectada durante épocas como la Navidad.
Los cambios en la alimentación y la rutina durante el mes de diciembre no son precisamente el mejor amigo para nuestros dientes. Clínica Dental Central quiere evitarte un disgusto al que puede que tengas que enfrentarte tras este maratón de comidas y celebraciones siguiendo algunos consejos que vamos a indicarte.
Empezamos por el más importante de todos. Irse tarde a la cama o comer fuera de casa no deben ser una excusa para evitar el cepillado. No te centres solo en los dientes, ten en cuenta también la lengua, encías y paladar. De esta forma prevendrás la formación de placa bacteriana y problemas de inflamación. Si además lo complementas con el uso de seda dental sería lo idóneo.
Especialmente en estas fechas, incluso las personas no fumadoras, aprovechan para robar algún cigarro a un amigo. Ya sabes que fumar es uno de los peores hábitos para tus dientes, ya no solo porque los amarillean y los hacen más sensibles a enfermedades bucodentales, sino que además disminuye la oxigenación de los mismos provocando un envejecimiento prematuro de los tejidos.
Puedes aprovechar las propiedades de alimentos típicos de estas fiestas como algunos mariscos y pescados, que ayudan a prevenir la aparición de caries y la inflamación gingival. Asimismo el consumo de calcio, flúor y vitaminas como la A, C, D y K fortalecen los dientes.
Si ya tienes síntomas de sensibilidad o problemas en las encías debes evitar en la medida de lo posible los cambios rápidos de frío a calor, y es que esta práctica puede agravarlo e inflamar los vasos sanguíneos del interior de los dientes.
Especialmente si llevas ortodoncia o prótesis. En efecto nos referimos al turrón o marisco, dos ingredientes clave de la Navidad. Un consejo que te damos es evitar hacerlo con los dientes delanteros, ya que suelen ser más frágiles y predispuestos a la ruptura.
No esperes a que aparezca el dolor. La visita al dentista debe hacerse un par de veces al año y qué mejor momento que después de la temporada navideña, cuando hemos expuesto a nuestra boca a tantos riegos para nuestra salud bucodental.